Como cocinar la Pasta

Cómo cocinar pasta sin cometer errores en 8 sencillos pasos

Cómo cocinar pasta sin cometer errores en 8 sencillos pasos
Saber cocinar pasta es un proceso que puede parecer aparentemente sencillo pero que, en realidad, requiere atención y no permite distracciones. La pasta es un alimento básico de la cocina italiana y se prepara a diario, porque es un alimento económico y no requiere mucho tiempo para crear platos sabrosos. Descubramos juntos cuáles son los 8 pasos para cocinar la pasta correctamente sin equivocarnos y potenciar su consistencia y sabor.

 Cocinar la pasta a la perfección es una técnica que requiere atención y no permite errores. La pasta es un alimento que casi siempre está presente en las mesas italianas porque permite crear platos variados, sabrosos en poco tiempo y sin gastar demasiado. Para preparar un excelente plato de pasta no es necesario simplemente utilizar ingredientes de calidad, sino también saber cocinarla según la tradición italiana, es decir, "al dente". Entonces, ¿cómo se cocina bien y se consigue la consistencia adecuada? Averiguemos juntos.

 

Cómo cocinar pasta: el procedimiento para no cometer errores

Coloca la sartén al fuego y espera a que hierva el agua para cocinar la pasta y obtener una consistencia al dente. Tapa la cacerola con la tapa adecuada para acelerar el proceso de ebullición: de esta forma el agua hervirá antes y, en consecuencia, también evitarás desperdiciar electricidad o gas. Una vez que el agua haya alcanzado la temperatura de ebullición se puede añadir sal, preferiblemente sal gruesa, en la dosis adecuada, ya sea en función de la cantidad de agua utilizada o de la pasta.

La pasta se debe bajar a la olla de una vez, siguiendo determinadas técnicas según la forma. Los bucatini y los espaguetis, por ejemplo, deben sujetarse e introducirse en la olla formando una especie de vórtice: al principio la pasta permanecerá en pie pero, a medida que pasan los segundos, tenderá a posicionarse dentro de la olla.

En cuanto a los tiempos de cocción, deberás seguir los indicados en el envase. Un buen consejo es programar un cronómetro y probar la pasta, para obtener la consistencia deseada. Durante la fase de cocción es importante remover con frecuencia para evitar que la pasta se pegue a la sartén. Antes de escurrir la pasta, para comprobar que se ha conseguido la cocción "al dente" deseada, sugerimos comprobar el llamado "alma de la pasta", es decir, ese rastro blanco que se encuentra en su interior. Si aparece demasiado blanca significa que la pasta todavía está poco cocida.

Una vez que la pasta esté cocida a la perfección se debe escurrir utilizando una manopla para horno para agarrar la sartén. Coloca un colador dentro del fregadero, echa la pasta en él y retira el exceso de líquido. Un buen consejo es reservar un poco de agua de cocción, útil tanto para diluir salsas como para limpiar platos incrustados. Dependiendo del tipo de recetas a realizar se puede escurrir la pasta directamente en la olla o sartén donde están los demás ingredientes, agregando eventual agua de cocción de la pasta con un cucharón. 

Recomendamos encarecidamente no utilizar aceite ni enjuagar la pasta con agua fría porque este paso hace que la pasta se vuelva pegajosa y desagradable para comer.

Luego de escurrir la pasta, puedes volver a colocarla en la sartén donde se cocinó y agregar poco a poco la salsa o condimento de manera uniforme.

 

8 trucos para cocinar pasta a la perfección

Para cocinar pasta sin cometer errores es necesario seguir atentamente 8 sencillos pasos que te permitirán obtener un excelente resultado de cocción sin demasiado esfuerzo. Desde la olla a utilizar, pasando por la cantidad de agua con la que llenarla, hasta los tiempos de cocción, aquí tienes los pasos a seguir para evitar errores y llevar a la mesa un plato delicioso y de agradable consistencia para comer.

1.Eligir la olla adecuada

Para cocinar pasta se necesita una olla la cual se debe elegir teniendo en cuenta la cantidad de agua necesaria para llenarla y la forma de la pasta a cocinar. Si, por ejemplo, quieres preparar un plato que requiere el uso de pasta corta, como penne, es recomendable elegir una sartén grande con bordes bajos mientras que, si quieres preparar espaguetis o bucatini, necesitarás una sartén grande. pero con bordes más altos. Además, el tamaño de la olla a utilizar también depende del número de invitados.

2. Utilizar agua según sea necesario

La proporción entre agua y pasta debe ser de un litro de agua por cada 100 g de pasta. Otro consejo es nunca llenar la sartén del todo, sino hasta 2/3 de su capacidad. También es importante tener en cuenta el tamaño de la estufa: una llama demasiado pequeña sobre una olla grande impediría que el agua hierva rápidamente. Por el contrario, si usas una olla pequeña en una estufa grande, el agua puede hervir muy rápidamente y derramarse fuera de la olla, ensuciando la estufa. Para hervir agua rápidamente, un truco consiste en tapar la cacerola con la tapa: cuando notes que sale vapor, significa que el agua está hirviendo.

3. Añadir la sal gruesa

Se debe añadir sal gruesa cuando el agua hierva porque, de lo contrario, podría corroer o dañar la olla. Pero no solo. Si se añade cuando el agua está fría podría incluso darle un sabor ferroso a la pasta y retrasar la ebullición del agua. La dosis de sal gruesa a utilizar debe ser de 10 g por cada litro de agua o 7 g por cada 100 g de pasta. En cualquier caso siempre es mejor no exagerar, probar la pasta durante la cocción y posiblemente añadirla poco a poco.

4. Poner en el agua la pasta

Una vez que el agua empiece a hervir y hayas añadido la sal gruesa, puedes añadir la pasta. La pasta se debe añadir de una sola vez de forma que se dé un tiempo de cocción uniforme a toda la cantidad a preparar. En este punto del procedimiento conviene prestar un poco más de atención y seguir con atención el proceso de cocción. El primer consejo es mezclar la pasta cada 2/3 minutos, preferiblemente con una cuchara de madera, para evitar que se pegue y también se tiene que probar. Sólo así se puede saber con seguridad si se ha conseguido el resultado de cocción deseado.

5. Consultar los tiempos de cocción

Los tiempos de cocción indicados en los paquetes de pasta deben respetarse estrictamente y varían según el formato. Por ejemplo, si cocinas pasta grande y espesa, como los conchiglioni, debes revisar con más cuidado porque podrían romperse fácilmente. En este caso es mejor probarlos 2/3 minutos antes del tiempo de cocción indicado que suele rondar los 8/9 minutos. Cuestión distinta, sin embargo, es qué se debe hacer con las pastas finas, como las de cabello de ángel, que se cuecen rápidamente. Una sugerencia es poner un cronómetro para recordarte que han pasado los minutos de cocción y evitar tener que estar todo el tiempo revisando la sartén.

6. Guardar el agua de cocción

Una vez la pasta esté perfectamente cocida y lista para escurrir, recomendamos conservar y reservar unos 200 ml de agua de cocción que pueden resultar muy útiles. Para evitar quemarte, te sugerimos utilizar un cucharón y colocar el agua en una taza. ¿Por qué? Con el agua de cocción es posible no sólo diluir salsas cuando estén demasiado espesas, sino también limpiar la vajilla y los utensilios utilizados para cocinar.

7. Escurrir la pasta

Para escurrir la pasta hay que ponerse una manopla de cocina o un paño de cocina, coger la olla por las asas y colocar un colador en el fregadero. Vierte el contenido en el colador, para asegurarte de que el agua de cocción acaba en el desagüe del fregadero, y agítalo suavemente para eliminar el exceso de líquido. Te sugerimos nunca añadir aceite y nunca enfriar la pasta con agua fría, a menos que quieras preparar la pasta cómo ensalada.

8. Agregar la salsa

La salsa, o el condimento en general, se debe añadir cuando la pasta aún esté caliente para que se mezcle bien. Una vez escurrida la pasta, simplemente transfiérala a la sartén en la que se cocinó y agregue poco a poco la salsa, revolviendo. Si, por ejemplo, se ha preparado una salsa ragú, basta con calentarla y añadirla en la cantidad adecuada a la pasta cocida con un cucharón, cuidando de distribuirla uniformemente. Dependiendo de la receta, puedes agregar directamente la pasta escurrida desde la olla en la sartén con la salsa o los ingredientes, agragando si hace falta el agua de cocción con un cucharón. 

 

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